martes, 3 de enero de 2012

Quizás.

Puede que no sea la chica perfecta, pero seguramente lo sea a mi manera. Puede que sea todo para alguien y que no signifique nada para otros. Puede que un día tenga mil sonrisas para repartir, y otro en cambio no tenga ganas de nada. 
Quiero a muchas personas, y odio a otras tantas. Para unos seré demasiado perfecta y para otros tendré demasiados defectos. Para unos seré la mejor amiga del mundo, y otros no me querrán ni ver.
Tengo muchas cosas buenas, pero también muchas malas. Me gusta contarle mis secretos a la gente en la que confío y que esa gente confíe en mí. Me gusta picar pero no que me piquen. Me gusta pasarme horas hablando por teléfono con ellas. Me gusta reír y hacer reír. Me gustan los pequeños detalles y los grandes momentos. Me gusta decir las cosas a la cara. Me gusta recordar viejos momentos. Me gusta verle los defectos a la vida y reírme de ellos. Me gusta ayudar a la gente siempre y cuando se lo merezcan. Me gusta actuar sin pensar en las consecuencias. Me gusta soñar con mi príncipe azul aunque en el fondo sepa que no existe. Me gustan las tardes de café, aunque otros días prefiera estar en el parque haciendo el gilipollas. Me gusta saltarme las reglas y no seguir una misma rutina. Me gusta aprender de mis errores, que no son pocos. A veces puedo ser muy tímida, otras en cambio puedo ser la mas lanzada. Odio los domingos y me encantan los sábados. Tengo muy poca confianza en mi misma y demasiada en los demás. Por las mañanas soy odiosa pero por las tardes puedo ser encantadora. Tengo miradas que espantan y sonrisas que emboban. Para mí es blanco o negro el gris no existe. O te quiero o te odio; o me da igual o todo me afecta; o algo me gusta o no puedo ni verlo. Hago lo que quiero y cuando quiero. Tengo por costumbre soñar despierta todas las noches. Cambio cada dos por tres de opinión. Odio las películas largas. Soy de las que piensa que los sábados son para emborracharse y disfrutar, y que los domingos son para los arrepentimientos. Soy de las que aprovecha cada segundo de vida, ya que puede ser demasiado corta. Soy de las que prefiere un beso sincero que mil ``tequiero´´ fingidos. Soy muy orgullosa y me callo muchas cosas que me gustaría decir. Cojo cariño fácilmente a las personas aunque ni lo diga ni lo demuestre. Tengo mis más y mis menos. Odio que me hagan callar. No creo en los amuletos, ni en las promesas, ni en las supersticiones.
Puede que sean demasiadas cosas en una sola persona…


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